Bluey: reseña

Bluey es una serie animada que se trata de la vida de una pequeña cachorrita de raza Blue Heeler de seis años. Tiene mucha energía e imaginación. Comparte habitación, juegos e inquietudes por el mundo que la rodea junto a su hermana, Bingo, una Red Heeler de 4 años.

Su padre, Bandit Pastor, es arqueólogo y comparte la mayoría de los juegos de las pequeñas, sin dejar de lado su faceta como padre. Chilli Pastor, la madre de esta familia, trabaja en el aeropuerto a tiempo parcial como como guardia de seguridad. Se parece más a Bingo, es la más tranquila y responsable de la familia, sin que ello le impida pasar tiempo de juego con las niñas.

En cada capítulo Bluey y Bingo consiguen hacer cómplices a sus padres y al resto de personas que las rodean de sus juegos. De ellos siempre se saca alguna lección. El método de aprendizaje de estas pequeñas cachorritas es el juego. Se podría decir que es la mejor forma de aprender para los niños, ya que ellos interpretan su forma de ver las cosas a través de la diversión, además aprenden sobre responsabilidad y compromiso. 

La duración de sus capítulos es de 7-8 minutos, en los cuales nos van contando divertidas historias de su vida, de una manera increíblemente amena y positiva para los niños, pero con una doble lectura para los adultos que hará que en más de una ocasión acabes riendo o llorando. 

A nivel educativo explica de una manera increíblemente bella y atractiva para los pequeños conceptos como la positividad, el crecer, la familia (todos tipos de familia), el esfuerzo, las recompensas... en definitiva trata las emociones positivas de una manera que ninguna serie infantil se ha atrevido o planteado hacer. 

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